Derechos Humanos

Cuando veía  las manos, cuando cantaban el himno, veía los brazos de mis compañeros. De la generación que creyó y sigue creyendo, de los que quedamos, que este país se puede cambiar. Fueron muchas ilusiones, sueños. Creímos en serio que se podía construir una patria diferente. Cuando escuchaba a Hijos, recién, también vimos la claudicación a la vuelta de la esquina.

¿Por qué es difícil? porque muchos especulan, porque muchos están agazapados, y muchos esperan que todo fracase para que vuelva la oscuridad sobre la Argentina y está en ustedes que NUNCA MÁS la oscuridad y el oscurantismo vuelva a reinar en la patria. 

Las cosas hay que llamarlas por su nombre. Y acá, si ustedes me permiten, ya no como compañero y hermano de tantos compañeros que compartimos aquel tiempo, sino como Presidente de la Nación Argentina VENGO A PEDIR PERDÓN DEL ESTADO NACIONAL POR LA VERGÜENZA DE HABER CALLADO DURANTE MÁS DE 20 AÑOS DE DEMOCRACIA... de tantas atrocidades.

Y hablemos claro. 

No es rencor ni odio lo que nos guía y me guía, es justicia y lucha contra la impunidad.
Y a los que hicieron este hecho tenebroso y macabro de tantos campos de concentración, como fue la Esma, tienen un solo nombre: son asesinos repudiados por el Pueblo Argentino.

Por eso Abuelas, Madres, Hijos, ex detenidos-desaparecidos, y compañeros y compañeras que no están pero yo sé que están en cada mano que se levanta aquí y en tantos lugares de la Argentina, esto no puede ser un tira y afloje entre quién peleo más o peleó menos. O algunos hoy quieren volver a la superficie después de estar agachados durante años, que no fueron capaces de revindicar lo que tenían que revindicar. 

Yo no vengo en nombre de ningún partido, vengo como compañero y también como Presidente de la Nación Argentina, de todos los argentinos. Este paso que estamos dando hoy no es un paso que deba ser llevado adelante por las corporaciones tradicionales, que por allí vivieron especulando mucho más en el resultado electoral o en el que dirán, que en defender la conciencia y lo que pensaban o deberían haber pensando.

Por eso, sé que desde le cielo, de algún lado nos están viendo, nos están mirando. Sé que se acordarán de aquellos tiempos. Yo sé que no estuvimos por ahí, a la altura de la historia, pero seguimos luchando como podemos, con las armas que tenemos. Soportando los apretujones y los aprietes que nos puedan hacer,  pero no nos van a quebrar.

Compañeros y compañeras, aquella bandera y aquel corazón que alumbramos, de una Argentina con todos y para todos, va a ser nuestra guía, y también la bandera de la justicia y la lucha contra la impunidad. Y también dejar todo para un país más equitativo con inclusión social, luchando contra la desocupación,   contra la injusticia y todo lo que nos dejó en su última etapa, esta lamentable década del 90 como epílogo de las cosas que nos tocaron vivir.

Hermanos y hermanas presentes, compañeros y compañeras que están presentes, gracias por el ejemplo de lucha.

Defendamos con fe, con capacidad de amar. Que no nos llenen el espíritu de odio, porque no tenemos odio. Pero tampoco queremos la impunidad. Queremos que haya justicia, realmente una recuperación fuertísima de la memoria y que en esta Argentina se vuelva a recuperar y a tomar como ejemplo, aquellos que son capaces de dar todo por los valores que tienen.

Y hubo una generación en la Argentina que fue capaz de hacer eso, que ha dejado un ejemplo, que ha dejado un sendero, que ha dejado su vida, que ha dejado su padre, que ha dejado sus abuelas, que ha dejado sus hijos. 

¡Hoy están presentes en las manos de ustedes! 

Muchísimas gracias y abracemosnos fuertemente por un país distinto. 

Muchas Gracias

Néstor Kirchner - 24 de marzo 2004- ex Esma